"¿Qué tengo yo que mi amistad procuras?"
¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
¿Qué interés se te sigue, Jesús mío,
Que a mi puerta, cubierto de rocío,
Pasas las noches del invierno a oscuras?
¡Oh cuánto fueron mis entrañas duras,
Pues no te abrí! ¡Qué extraño desvarío
Si de mi ingratitud el hielo frío
Secó las llagas de tus plantas puras!
¡Cuántas veces el ángel me decía:
"Alma, asómate ahora a la ventana;
Verás con cuánto amor llamar porfía!"
Y ¡cuántas, hermosura soberana,
"Mañana le abriremos," respondía,
Para lo mismo responder mañana.
Autor: Poeta Lope de Vega.
Nota personal: Éste es uno de los poemas que más me llegaron durante mi adolescencia, cuando estaba estudiando en el Colegio Secundario. Éste poema -que sabía de memoria- me llegó hasta lo más profundo de mi corazón, y hoy lo recuerdo para compartirlo con ustedes.
Espero que les haya tocado el corazón, como asimismo lo hizo conmigo. Contiene una profundidad asombrosa. En pocas palabras, el poeta describe lo que significa llamar a la puerta del alma, y quién llama es el Señor Jesús. Lo hace en primera persona usando "Yo", entonces golpea con mayor exactitud al hablar de nosotros mismos.
Yo comenzé a escribir mis primeros poemas en castellano al final del Colegio Primario. Generalmente, escribía mis poemas a mi querida madre, y también a la madre naturaleza.
Que la Paz del Señor esté con vosotros,
Starry Dawn.